![]() |
La Cabeza Bien Puesta |
La Cabeza Bien Puesta
Los Desafíos
Existe una falta de adecuación cada vez más amplia, profunda y grave
entre nuestros saberes disociados, parcelados, compartimentados entre
disciplinas y por otra parte, realidades
o problemas cada vez más pluridisciplinarios.
Las universidades del mundo forman una proporción muy grande de
especialistas, la
especialización y la división impiden ver los conjuntos complejos, las interacciones y retroacciones
de las partes y el todo, las entidades multidimensionales y los problemas esenciales. La división en
disciplinas hace imposible aprehender lo que está junto, es decir, lo complejo. Nos enfrentamos al
desafío de la complejidad, los problemas son cada vez más multidimensionales y la “parcelación”
del conocimiento impide abordar la multidimensionalidad.
especialización y la división impiden ver los conjuntos complejos, las interacciones y retroacciones
de las partes y el todo, las entidades multidimensionales y los problemas esenciales. La división en
disciplinas hace imposible aprehender lo que está junto, es decir, lo complejo. Nos enfrentamos al
desafío de la complejidad, los problemas son cada vez más multidimensionales y la “parcelación”
del conocimiento impide abordar la multidimensionalidad.
Desde la escuela primaria nos
enseñan a aislar los objetos de su entorno, a dividir los problemas antes que a
integrarlos. Nos inducen a
reducir lo complejo a lo simple. El autor plantea tres desafíos:
reducir lo complejo a lo simple. El autor plantea tres desafíos:
El desafío cultural: La cultura está dividida en dos bloques: la
cultura humanista y la culturacientífica, la cultura humanista o de las humanidades –filosofía, ensayo,
novela- favorece laintegración del conocimiento. En cambio, la cultura científica separa el
conocimiento. Genera
descubrimientos y teorías valiosas pero es incapaz de reflexionar sobre el destino humano. La
ciencia, privada de reflexividad, es incapaz de pensarse a sí misma.
El desafío sociológico: El conocimiento debe dominar e integrar a la información. El
conocimiento debe ser revisado por el pensamiento. El pensamiento es el capital más valioso para
el individuo y para la sociedad.
descubrimientos y teorías valiosas pero es incapaz de reflexionar sobre el destino humano. La
ciencia, privada de reflexividad, es incapaz de pensarse a sí misma.
El desafío sociológico: El conocimiento debe dominar e integrar a la información. El
conocimiento debe ser revisado por el pensamiento. El pensamiento es el capital más valioso para
el individuo y para la sociedad.
El desafío cívico: A fuerza de especializar y dividir, el conocimiento se ha vuelto “esotérico”,
quedando sólo en manos de especialistas. Esto lleva a un déficit democrático. Por otra parte, la
incapacidad de percibir la globalidad reduce las responsabilidades de los ciudadanos, sólo atentos
a su propia tarea especializada. La política es puesta en manos de técnicos, poseedores de un
conocimiento negado a los ciudadanos y ciegos frente a la complejidad.
Así mismo, la enseñanza tenemos que verla como un problema cada vez más grave por los llamados
compartimiento de saberes. Tambien Morin
expone otro desafío que lo define como la expansión controlada del saber. Donde
el autor lo explica como una gigantesca torre de Babel. Esto es tan sencillo y simple como que no
podemos dominar nuestros saberes.
La
inteligencia general está estrechamente relacionada con la duda,
está inteligencia emocional es necesaria aplicarla en todos los campos de la cultura humana y
científica.
Morín
expone, que lo simple es lo que puede concebirse como una unidad elemental
indescomponible, lo simple no existe, solo existe lo simplificado. De allí que
el mismo autor expresa, no caer en ilusiones, ya que la complejidad conduce a
la eliminación de la simplicidad. La confusión de la complejidad, hace que no
se perciba la realidad en el contexto real, hace creer que lo complejo pueda
resumirse en la palabra complejidad, retrotraerse a una ley de complejidad.
Creer en la posibilidad de eliminar la contradicción, la incertidumbre, lo
irracional, llamado por Morín laberinto, en el cual se encuentra el sistema
educativo actual.
El “desafío de desafíos” es
reformar la enseñanza integrando los bloques disociados. Para
ellos debemos reformar nuestras mentes, el tipo de inteligencia que divide, y desarrollar un
pensamiento para organizar e integrar el conocimiento.
ellos debemos reformar nuestras mentes, el tipo de inteligencia que divide, y desarrollar un
pensamiento para organizar e integrar el conocimiento.
Capítulo
2
La
Cabeza bien puesta
Afirmación de Michel de Montaigne: “Más vale una cabeza bien puesta que
una
repleta”. Según Morin, una cabeza bien puesta es aquella capaz de plantear y analizar problemas,
que dispone de principios organizadores para vincular los saberes y darles sentido.
repleta”. Según Morin, una cabeza bien puesta es aquella capaz de plantear y analizar problemas,
que dispone de principios organizadores para vincular los saberes y darles sentido.
En este segundo capítulo
Morín precisa el concepto de la Cabeza bien puesta “significa que mucho más
importante que acumular el saber es disponer simultáneamente de: una aptitud
general para plantear y analizar problemas y vincular los saberes de darles
sentido”.
Una cabeza bien puesta es
que el individuo se capaz de afrontar de una manera objetiva, analítica
cualquier situación que se le pueda presentar en cualquier ámbito que este se
desenvuelva, a pesar de que tenga muchos conocimiento y son sean conocimientos
inservibles.
Una cabeza bien puesta es tener
la habilidad y la inteligencia de unificar eso saberes y darle el mayor
aprovechamiento posible y de esta forma obtener los mejores resultados
posibles. El planteamiento concreto en el
texto; La Cabeza bien puesta señala que la Educación ha de ser organizadora de
la organización, donde los individuos conozcan, piensen y actúen en conformidad
con los paradigmas culturalmente inscriptos en ellas. En el ámbito de la
reforma educativa, propone alcanzar el conocimiento de un todo, ante el cual se
ha de aspirar a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, evitando
un conocimiento acción unidimensional y mutilante.
El concepto de una “cabeza bien
puesta” significa poseer una aptitud general para plantear y analizar
problemas, y además, contar con principios organizadores que permitan vincular
los saberes y darles sentido. El primero, se refiere al desarrollo de la
competencia particular o especializada, en donde la educación debe estimular el
pleno empleo de la inteligencia en general. Y el segundo, que se realiza en
función de principios de la lógica que implica operaciones de conjunción,
inclusión, implicación, diferenciación, oposición, selección y exclusión.
Fomentar el desarrollo del pensamiento.
Desarrollar la capacidad de contextualizar los saberes es el mayor
imperativo de la educación. Retoma a Pascal y señala que no se puede conocer el
todo sin conocer las partes y no se pueden conocer particularmente las partes
sin conocer el todo. Las nuevas ciencias -ecología, ciencias de la tierra, cosmología-
son transdisciplinarias. En ese sentido, rompen con los viejos esquemas y se
nutren de múltiples disciplinas ante un objeto complejo. De todos modos, esto
no está generalizado y la desunión entre ciencias sigue siendo dominante. Es
imprescindible superar esta ruptura para tener la cabeza bien puesta.
Alfredo Reyes Labarca
Muy buen análisis, es necesario que como docentes tengamos nuestra cabeza bien puesta en cuanto al papel que desempeñamos como multiplicadores de ideas y modeladores de conductas.. Te felicito
ResponderEliminar